Cuando vivimos lo que hacemos, ya sean nuestros trabajos o cualquier otra actividad, desde el amor, aparecen oportunidades para servir y disfrutar de nuestro hacer. Tenemos la posibilidad de impactar en el mundo, de poner lo nuestro para generar una sonrisa. ¿Qué pasaría si nos transformamos en contagiadores de sonrisas?
