Podemos sentirnos acompañados estando solos, como podemos sentirnos solos estando acompañados. Entonces, esta soledad que alguien puede sentir, tiene más que ver con su manera de observar lo que pasa, que con eso que está pasando.
Nos contamos una historia con lo que sucede y es allí donde reside la diferencia. Si alguien no me llama puedo contarme que no me quiere, que no le intereso, que no existo para esa persona, y este escenario puedo hacerlo más grande aún… diciéndome: alguien más al que no le intereso, nadie me quiere, a nadie le importa saber de mí, etc. De esta manera quedo víctima de la situación “pobre de mí” y la sensación es que no puedo hacer nada para resolverlo.
Pero también puedo contarme algo distinto, ante lo mismo, algo que sea más generativo. Puedo decirme que: esa persona se olvidó de llamarme, que tal vez le ocurrió algo, que no está pudiendo ponerse en contacto conmigo.
Con respecto al tema, he escuchado a algunas personas decir: “yo soy solo/a”, y de manera instantánea me sale la pregunta: “¿sos sola? o ¿estás sola?”
Creo también que tenemos una expectativa, y cuando esta no se cumple, en vez de aceptar lo que es y disponernos a crear lo que queremos, nos resistimos y esto nos pone en un lugar de sufrimiento.
Somos seres sociales, y como tales necesitamos relacionarnos con los demás, hacer contacto con otros. Podemos ser nosotros los que tomemos las iniciativas para crear la situación en la que queremos estar. Y crear ese tiempo/espacio en el que nos gustaría habitar, no implica necesariamente que tengamos a alguien que nos acompañe, un otro presente en cada momento o actividad. Muchas veces nos falta descubrirnos a nosotros mismos como compañeros de nuestra vida, y esto ocurre porque de algún modo hemos incorporado la necesidad, o mejor dicho la dependencia de otro, limitando esto el disfrute del espacio en el que podemos encontrarnos con nosotros mismos.
Entonces, cuando no estoy con otro, ¿puedo estar conmigo? Ésta es también una relación, la que tengo conmigo. Es un espacio que todos necesitamos, el del encuentro con uno mismo, que es diferente de la soledad, ya que hay encuentro, sin embargo no estamos con otro, pero se siente bien.
Cuando no estás con otro, ¿estás solo o estás contigo mismo? ¿Qué te contás al respecto?
Un abrazo, buenos vuelos y cielos azules.