¿Y si pensamos distinto?

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Hola, hoy quiero conversar sobre un tema que nos toca como sociedad.

En el transcurso de estos días, he observado con frecuencia que algunas personas han dado por terminadas relaciones o se han distanciado con amigos, familiares, compañeros de trabajo o estudio, porque tienen una ideología política diferente a la de ellos, o porque piensan distinto sobre temas como futbol, economía, etc.

Pareciera como que la idea que se sostiene es que, “si pensás igual sos amigo y si pensás distinto sos enemigo”.

Pensemos: ¿cuál es la amenaza de que el otro piense distinto? ¿Qué es lo que está en riesgo? ¿A qué le tememos? ¿Acaso nuestras ideas son correctas y la de los demás equivocadas? ¿Es más importante tener razón que una relación? ¿Realmente una opinión vale más que un vínculo?

El otro es otro, no tiene que pensar como yo, ni sentir, ni resolver como yo, es otro, o sea alguien distinto a mí. Respetar al otro es verlo y aceptarlo en su totalidad.

Si entendemos que, por otro lado, lo que nosotros pensamos, nuestras ideas, no son verdades absolutas, sino que son nuestra forma particular de ver el mundo, podremos entonces aceptar que el otro tiene sus formas particulares de ver y que eso está bien. Además, el otro es mucho más que lo que piensa, expresa, etc.

No necesitamos estar de acuerdo con el otro para relacionarnos, no es un requisito, sino sería como estar diciendo que si no pensás como yo no valés. Imaginate que yo te quiera convencer de que el helado de kinotos al whisky es el más rico de todos los sabores, que de hecho así es para mí. Pero en el caso de que para vos no lo sea ¿Podremos seguir relacionándonos si a vos no te gusta el helado de kinoto? Suena ridículo verdad.

Creo que nuestro bienestar viene de la mano de la aceptación, del respeto y la legitimación del otro. Somos seres sociales, vivimos relacionándonos con los otros, esto es inevitable y es nuestra naturaleza. Pero el cómo nos relacionamos es lo que hace una diferencia enorme. Y esto está en nuestras manos, podemos intervenir y transformar la forma en que estamos relacionándonos, en vez de negarnos.

Entonces, si pensamos igual… genial. Y si pensamos distinto… genial también.

Te deseo una hermosa semana, aunque no te guste el helado de Kinotos al Whisky.

Dejanos tus comentarios.

Un abrazo, buenos vuelos y cielos azules.

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